INTRODUCCION

 

 

El bonsai, es una disciplina que engloba el arte de hacer que los arboles pequeños parezcan grandes. En el encontramos toda una filosofía que va dirigida a hacer que aquello que tanto nos gusta, puedas ser disfrutado desde un punto de vista diferente. En el bonsai, lo pequeño se vuelve grande, y las proporciones se ajustan a un pequeño formato, que hace que se pueda disfrutar en el jardín. El tamaño de los bonsai, es lo que hace que podamos disfrutar de un espacio reducido que emana la grandeza de lo natural. En el bonsai, lo pequeño, adquiere unas dimensiones que hacer que tantos bonsaistas, se sientan atraídos por ellos. La proporción, es algo, que hace que lo que es pequeño, pueda ser disfrutado en una dimensión diferente. Los bonsais, son el arte de hacer de aquello pequeño, un mundo en particular. La esencia del bonsai, está en saber sacar aquello que parece grande y trasladarlo a un formato menor. La estructura que forma un bonsai, es aquella que hace que un pequeño árbol, adquiera la majestuosidad de uno de grande. En las estructuras, es donde podemos ver aquello que hace que un bonsai, parezca un árbol de dimensiones superiores. En la majestuosidad, se encuentra lo que hace a un árbol pequeño, más grande de lo que es. La majestuosidad, es aquella estructura que hace que un bonsai se parezca a un árbol natural. La majestuosidad, es lo que hace  que tantos bonsaistas, se pasen años en busca de aquellas formas, que los hacen trasladar a la fuente de inspiración, la naturaleza. En el bonsai, encontramos lo que se denomina, fuente de inspiración. La fuente de inspiración, es lo que hallamos en un estado de conciencia, que nos lleva a percibir lo que está pasando a nuestro alrededor. La fuente  de inspiración que nutre al bonsai, es aquella que se encuentra en la naturaleza. Las formas que hallamos en la naturaleza, sirven de inspiración a aquellos que desean hacer bonsai. En la naturaleza, podemos aprender de la formas de una forma directa. En el bonsai, la forma que tenemos de aprender, es aquella que refleja lo que está pasando. La manera de conseguirlo, es acercándonos de una manera que fluia la información que recibimos. La consciencia de lo que vemos, es lo que nos muestra lo que hay. La manera de acercarse, es fluiendo al ritmo natural. El ritmo natural, es el que nos muestra la intensidad real de lo que hay. Si vemos de una manera que hace fluir nuestras ideas, es la posición que mantendremos. Para captar las sutilezas, es preciso de un entrenamiento. Como más tiempo pasemos observando, mayor será la nitidez de lo que vemos. La manera idónea, es acercarse a la naturaleza de un modo que influía en nuestra manera de pensar.  Si pasamos horas en el bosque, cada vez será más fácil captar las sutilezas que este nos muestra. Para hacer bonsai, las visitas al monte, son indispensables. Ahí encontraremos lo que realmente hace falta para hacer bonsai. Acercarse y disfrutar. El disfrute, es la esencia que une al visitante con lo que hay realmente. La inclinación hacia un tipo de paraje u otro, es lo que marca la diferencia entre lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Si lo que nos gusta, es un tipo de paraje, nos inclinaremos hacia las especies que habitan en ese paraje.  Para hacer bonsai, es necesario, acercarse con un respeto hacia lo que vemos. En el bonsai, la percepción es algo que se sirve de las formas que encontramos en la naturaleza. La naturaleza, es la sabiduría que debemos perseguir, si queremos hacer del bonsai, un arte que perdure en el tiempo. La reacción que tenemos al contemplar un árbol, es lo que demos traspasar a nuestro bonsai. La naturaleza, nos brinda formas, para que podamos extraer aquellas que más nos interesan. En la naturaleza, los cambios, son algo que se mantienen en una estructura que se forma al estar en contacto entre ellos. Lo cambios, son el fenómeno, que sirve a la naturaleza para formar los arboles. En los cambios, se forman las estructuras que vemos en la naturaleza. Los cambios modelan los arboles, así se combinan las formas para que cada uno se exprese de un modo distinto.

 

 

 

CONCEPTOS BÁSICOS

 

El bonsai, es un arte que se mide con el tiempo. La posición de una rama, sigue siendo la misma con los años, aunque la ramificación aumenta y la corteza se agrieta. Así que no es lo mismo una rama en su juventud, que una rama en la madurez. Los más viejos, poseen esa cualidad que define a los arboles en su vejez. En el bonsai, no hay distinción entre un árbol grande y uno de pequeño. La proporción es lo que marca el tamaño. En cuanto a la altura, sí que hay un cierto cambio, pero lo que mas influye, es la proporción. Las proporciones, son las que hacen que un árbol parezca grande y otro pequeño. En las proporciones, es donde se ajustan las cualidades de una especie en particular. Si deseamos crear la imagen de un roble, por ejemplo, ajustaremos las ramas para que transmita un mensaje de la grandeza que tendría un roble en su estado natural. La transmisión de la proporción, es lo que debemos buscar, si queremos realzar la especie con la que trabajamos. En el bosque, la proporción varía según la edad. En bonsai, debemos representar la estatura, con el grosor y la cantidad de ramas.  En el tronco, es donde se va a marcar la diferencia entre un árbol que parece bajo y uno que parece alto. En el tronco, se marca lo que va a ser la base del bonsai. La proporción, es la base que va a marcar el aspecto que tendrá el bonsai. En la proporción, es donde podemos jugar para dar el aspecto de un árbol más grande de lo que es. En la proporción, es donde se encuentra el verdadero valor de un bonsai. En la proporción, encontramos lo que será la base del bonsai. En la proporción jugamos un papel que servirá para dar la impresión de que un árbol es más grande de lo que es. En la proporción, encontramos lo que va a ser la imagen del árbol que vamos a recrear. En la proporción, encontramos el verdadero valor de un bonsai. En la proporción, procuramos dar el aspecto que va a tener una especie en particular. En la proporción, ajustamos la imagen que va a tener el bonsai. Si la proporción es la adecuada, el bonsai representará una imagen que está acorde con lo que marca su naturaleza. Si la proporción no se ajusta a lo que marca la naturaleza de la especie, no podremos recrear al cien por cien lo que hace esta especie en su estado natural. Ajustaremos la proporción, para que la imagen que representa, sea lo más correcta posible en lo que a la imagen original se refiere. La imagen que debe representar un bonsai, debe ser aquella que más se acerque a la especie con la que trabajamos. De no ser así, no podremos aprovechar al cien por cien lo que el árbol ofrece en su patrones de crecimiento. Los patrones de crecimiento, sirven para dar la imagen correcta. Si podemos seguir estos patrones de crecimiento, estaremos en la buena dirección. Si no seguimos lo patrones de crecimiento, estaremos en una dirección que se aleja de lo que marca la naturaleza de la planta. Las plantas poseen estos patrones de crecimiento, para dar la imagen de un árbol majestuoso. En los patrones de crecimiento, se encuentra la esencia que va a marcar el bonsai. En la esencia, es donde buscaremos lo que más importa a la hora de formar nuestro bonsai, los patrones de crecimiento. Lo que importa, es que se formen las ramas partiendo de esos patrones que les son naturales a los arboles. Esto no quiere decir que no se tengan que alambrar, lo que quiere decir es que lo más importante aquí es lo que hace el árbol. En el patrón de crecimiento se encuentra el más valioso tesoro que este posee, la capacidad de expresarse por sí solo. En el crecimiento se encuentra la clave que hará que el bonsai prospere con los años. En el patrón de crecimiento, podemos encontrar lo que más importa, y en el modelado, damos forma a esos patrones. En una rama que sale distorsionada, será necesario alambrar, pero en una hermosa rama, el alambre estropea lo que hay. En el alambrado, es necesario de una época de reposo, pues si se alambra y pinza, el resultado, es una época de estrés que será difícil superar. Una vez hayamos alambrado, los cuidados deben ser de cultivo y el pinzado, debe reducirse a frenar los brotes fuertes. Si pinzamos en totalidad, el estrés hará que se desequilibren ciertos brotes, y que no se fijen las ramas con normalidad. Así que estaremos al margen de imponernos demasiado y dejaremos que las plantas se puedan expresar para tener todo el potencial de belleza que estas pueden expresar.

 

 

 

MODELADO

 

El modelado, es la esencia del trabajo para que nuestro bonsai no pase inadvertido y se transforme en un bello ejemplar. En el modelado, lo que importa es que se imite a la naturaleza. En la naturaleza, encontramos formas extraordinarias que podemos imitar si miramos con los ojos de alma. Lo ojos del alma es la característica que nos hace sentir plenamente lo que estamos viendo. En la naturaleza, las formas varían en un sinfín de posibilidades que podemos seguir si miramos fijamente lo que vemos. En la naturaleza, la diferencia que marca a una planta no es la misma que marca a otra. Así, si sabemos descubrir el tesoro que esconde cada una, seremos capaces de almacenar en nuestro interior, una peculiaridad que afecta a una planta en particular. Como mas sutilezas captemos, mayor será el conocimiento que seremos capaces de transmitir a nuestros bonsai. En el interior, es donde se encuentra el tesoro que debemos buscar. Si miramos fijamente, nos daremos cuenta, de que un árbol, es más de lo que se percibe en un primer vistazo. Las sutilezas aparecen, cuando somos capaces de permanecer quietos y dejar que el mensaje que transmiten estas, entre en su totalidad. La imagen de un árbol, es algo que cambia si miramos desde una perspectiva u otra. La cantidad de formas que este ofrece, solo se puede captar si lo miramos desde un ángulo concreto y luego giramos progresivamente. En la diversidad, está la diferencia que marca a un árbol u otro. La diversidad, ofrece la posibilidad de que un bonsai pueda ser al mismo tiempo una obra tridimensional. En el bonsai, encontramos lo que se llama, función biológica y función estética. La función biológica es la que marca el cultivo y la función estética se encarga de marcar la estructura. En la estructura, encontramos el patrón de crecimiento, desarrollándose según el clima y las condiciones biológicas. En una forma, encontramos el patrón de crecimiento, que va desde la respuesta biológica a las condiciones externas. Los bonsai, se forman, siguiendo un patrón. Este patrón, está influenciado por los distintos métodos y formas que hay. Si un patrón se creó en una época, este patrón es el que marcó el método en que se suelen hacer los bonsais. En la naturaleza, este patrón, va marcado con la climatología y el terreno en que viven. En bonsai, podemos aprender de ese patrón para que nuestro bonsai, no se parezca a otro bonsai, sino que es una réplica directa de un árbol al natural. Esto no quiere decir que no se estilice nuestro bonsai, sino que hay un sinfín de posibilidades que escapan a ese modelo que es el bonsai. El bonsai, requiere de unas normas para poder ser considerado un arte. En las normas hay una conducta que nos lleva a sacar el mejor provecho de nuestro bonsai. La conducta que marca al bonsai, es aquella que hace que las normas se representen siguiendo el modelo original. El modelo original, nos lo muestra la naturaleza. Podemos seguir esas normas, pero no podemos prescindir de lo que hace la naturaleza. El modelo original, es el más efectivo a la hora de ofrecer posibilidades a nuestro bonsai. El bonsai, no puede ser un bonsai, si no posee las características de un árbol al natural. Esto implica respetar el crecimiento para que las ramas estén impregnadas de la esencia que marca  a cada uno de nuestros bonsais. El patrón de crecimiento, es lo que debemos seguir si queremos que nuestro bonsai, tenga el aspecto de un árbol. En el patrón de crecimiento, encontramos lo que necesitamos para que nuestro bonsai vaya en la dirección correcta. Es en ese patrón donde se encuentran las fabulosas formas que nos ofrece la naturaleza. En el patrón de crecimiento, encontramos lo que debemos buscar. En el patrón de crecimiento, las formas salen de una forma que no es artificial. Lo que hace autentico a un bonsai, es lo que se encuentra en su patrón original de crecimiento.

 

 

 

CULTIVO

 

El cultivo, es la técnica fundamental que sostiene al bonsai. Si el bonsai mantiene su estado durante años, es gracias al cultivo. No podemos entender el bonsai, sin una buena base de cultivo. Cultivar, es la esencia primordial que debemos aprender, si queremos que nuestra técnica se eficiente. Aprender a cultivar, es la base por la que debemos empezar. Si queremos que nuestro bonsai prospere, nos centraremos en el cultivo. El cultivo, es la esencia que llevará a nuestro bonsai a un estado de perfección. La estructura que mantiene el bonsai es buena cuando ha sido cultivado correctamente. Una estructura fuerte  es necesaria para que nuestro bonsai, no parezca un árbol débil y descuidado. En la estructura, encontramos la base que sostendrá la copa. El bonsai, es una disciplina, que va ligada a la supervivencia de nuestras  plantas. El cultivo, es la esencia que mantiene al bonsai. De no ser así, no podríamos desarrollar este arte. En la esencia, se encuentra el espíritu. En un bonsai, el alma, se encuentra en la vida que recorre las ramas. Es en la vida en donde ponemos aquello que más significado hay para nosotros. La forma, es una estructura, pero la vida, es una esencia. La esencia que mantiene al bonsai, debe ser cuidada. La esencia, es una manera de existencia que no tiene que ver con lo que vemos. Si cuidamos esa esencia, estaremos en un significado profundo hacia nuestro bonsai. El cuidado es lo que tenemos que tener más es cuenta, y el modelado vendrás de una buena esencia. La esencia que mueve al bonsai, es aquella que mantiene sus ramas. En un buen cultivo, se encuentra la base que hace posible que un bonsai pueda subsistir. La esencia de un bonsai, está es saber sacar el máximo provecho de él. En el bonsai, lo mejor es reproducir al máximo lo que ocurren en la naturaleza. En la naturaleza, no hay desequilibrio entre los elementos. Unos se compensan con los otros. En realidad estos, se expresan de manera que el máximo desequilibrio de uno, se compensa rápidamente. En la naturaleza, existen ciclos, para que los elementos, no se encuentren en desequilibrio. La naturaleza, ajusta los ritmos, para que haya una compensación entre ellos. La mayoría están por un tiempo definido, ya al poco tiempo, estos se reajustan para poder ofrecer distintos ritmos en el crecimiento. La mayoría de los elementos se ajustan mediante un ciclo que se repite al cabo de un tiempo. En la naturaleza, hay estaciones para que los elementos puedan ejercer influencia a las plantas. La modificación que ejerce un elemento, esta compensado por otro que lo equilibra. En la naturaleza, no encontramos desequilibrios. En nuestras plantas, debemos hacer como la naturaleza. Cuando un elemento está ejerciendo demasiada influencia, debemos compensar al elemento, con otro que lo equilibre. No es lo mismo la lluvia que el sol, el viento que la calma de aire, lo que pasa en un sustrato húmedo que en uno de seco. Hay que equilibrar los elementos para que no haya un exceso en la tierra, por ejemplo. Si no hay suficiente agua, hay que regar, si no hay suficiente sol, hay que cambiar de sitio el bonsai. Los elementos hay que combinarlos, para que no haya un desequilibrio en el bonsai. La manera de reaccionar que tiene unos con los otros, es una constante que se mantiene unida. La envergadura de un bonsai, hace que sea difícil controlar los elementos. Lo mejor, seria mantener un control diario para que no haya desajustes. Lo que importa es que un elemento que haya creado demasiada influencia, pueda ser corregido al instante. En la mayoría de casos esto es algo que se va haciendo a medida que nuestro bonsai va creciendo. No podemos corregir de inmediato el efecto que se ha producido en nuestro bonsai, pero sí que podemos adecuar las condiciones para que nuestra planta se recupere de lo que ha pasado.

 

 

 

JARDIN DE BONSAI

 

El jardín de bonsai, es el lugar donde tiene actividad nuestra afición. En el jardín de bonsai, encontramos toda la afición representada. Es un lugar en donde podemos disfrutar de los bonsai. En el jardín guardamos a nuestros bonsais. Es en el jardín en donde ponemos en practica nuestros conocimientos. Para entender un espacio dedicado al bonsai, tenemos que tener presente la naturaleza. Emular a estos parajes naturales, es es esencial, para recrear en nuestro jardín la sensación de estar delante un un espacio natural. A veces, encontramos espacios que son parecidos a una montaña, y a veces, encontramos parajes que son mas llanos. En nuestro jardín, podemos expresar estos paraje, según la zona en que nos encontremos. Podemos combinar estos paraje, para que nuestro jardín, albergue una cantidad de espacios que nos traslade a la mayor cantidad de parajes posible. Si queremos representar una zona erosionada, combinaremos elementos y bonsai que posean esta cualidades. Si en cambio deseamos representar la llanura de un bosque, representaremos la zona con elementos que le sean naturales a las llanuras. Si queremos representar la anchura de un bosque, nos adentraremos a dicho bosque, para encontrar lo elementos que necesitaremos para representar lo que estamos viendo. Si por el contrario, deseamos representar el ambiente de un acantilado, representaremos el ambiente con arboles en forma de cascada. Los espacios, se adecuan según las necesidades de las especies con la que trabajamos. Una zona ventilada ira bien para una un pino. Una zona húmeda, será buena para un arce, por ejemplo. Emplearemos los elemento de que disponemos para crear un micro-clima que se adapte a la necesidades de cada especie. La ventilación, es necesaria, en un pino, por ejemplo. Y la humedad constante, será necesaria para los caducos. Hay que combinar la especie, para que no haya una discordancia en nuestro jardín. Agruparemos aquellas especies que se encuentran en un hábitat similar. En el bosque encontramos afinidades entre las especies. En nuestro jardín, debemos encontrar las zonas que caracterizan a cara especie y crear un micro-clima para ella. En un jardín de bonsai, lo importante es que se encuentre un espacio indicado para cada ejemplar. Los pequeños, por ejemplo, los agruparemos en pequeñas unidades que irán acompañadas del resplandor de algunos ejemplares mayores. La especies caducad las mantendremos resguardadas de intenso calor  y del viento. Los pinos los mantendremos a pleno sol.  En el bonsai, es importante que cada ejemplar, este en su sitio mas indicado. El sitio más indicado, es aquel, que se parece mas a su hábitat natural. En la naturaleza, las especies se adecuan a las distintas condiciones que les ha tocado vivir. Esto no quiere decir que puedan vivir en cualquier lugar. Las especies, se adecuan según sus necesidades. No es lo mismo lo que ocurre en un sitio templado, que en uno de frío. La variación de clima es algo que se distancia de una zona u otra. Las especies hacen regulaciones en su célula para estar lo mas bien posible en una zona determinada. Lo que pasa es que si hacemos un cambio brusco, estas se van a resentir hasta en punto de no poder aguantar el cambio. En un ambiente soleado, predominan un tipo de especie, en un sitio húmedo predomina otro tipo de especie. No podemos encontrar las mismas especies en cada uno de lo hábitats de crecimiento. Lo habitantes de cada zona están regulados para aguantar un tipo de temperatura. Lo que afecta a una especie, es distinto de lo que afecta a otra especie. Si comparamos un bonque con un espacio solitario, encontramos un diferencia en el clima que afecta a las especies que habitaran esos lugares. En un bosque, la humedad es superior a la de la llanura. Es por eso ca cada uno se encuentra a disposición de albergar un tipo de especies que puedan hacietar en el lugar. Lo que importa, es saber identificar lo que afecta a cada especie y trasladarlo a nuestra zona de cultivo. En nuestra casa podemos recrear eso ambiente para que las especies, se encuentre, en un ambiente similar al que les habría tocado vivir si estuviesen en su ambiente natural.